Lo que Tienes que Saber para Salir del Oprobio

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El viernes 11 de junio el Pastor Javier Bertucci predicó a la congregación presente ese día sobre “la realización de un cristiano”. Indicando que ésta solo se encuentra en el amor y la lealtad así Jesús.

Lo más importante para un individuo es entender que la persona por la cual vive es Jesucristo; ningún otro sentimiento de lealtad debe ser superado por este. No importa cuánto amas una organización o una persona, ese amor no puede estar por encima que el que sientes por Jesús.

Mateo 17: 20-21

Más no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos

Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.

Jesús está contando que iba a ver una generación que creería por medio de ellos. La unidad no está basada en una organización; está en tener a Jesús dentro de ti, no de una forma dogmatica e institucional sino de la manera que Cristo lo indica. Las personas no van a creer en Jesús hasta que lo vean en tu vida.

Mateo 17: 24

Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

Las personas quieren ver la gloria de Dios sin tener la personalidad de Él, porque el que se une al Señor un Espíritu es con Él. Hoy en día el grave problema de la Iglesia es que se adaptan a lo que el sistema les dice y no a lo que Cristo es; porque conocen más al mundo que ha Cristo. Él no está hablando de un lugar sino de una actitud espiritual, lo que Jesús enseña es un principio de unidad con Jesús; indicando que nadie puede ser uno sin Él. Dios quiere conquistar tu corazón voluntariamente, cuando te unes con Dios te unes en un solo espíritu con Él; la gloria de Dios está sujeta a que seas uno en Dios.

Gálatas 4: 19

Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,

El proceso va hacer doloroso; vas a tener que renuncia lo que quieres, a lo que te gusta pero en ese proceso Cristo se va formando en ti y se va generando una gloria transformadora.

2 corintios 3: 18

Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

El proceso es doloroso pero el fin del proceso es que Cristo sea formado en ti para que puedas ser transformado de gloria en gloria. A ti no te hace falta nada más, lo principal que tiene valor eterno es Cristo; es lo único que puede hacerte completo.

Colosenses 2: 9-10

Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,

Y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.

Tú estás completo en Dios; que el diablo no te engañe diciendo que necesitas cosas materiales para ser feliz y completo; lo demás sólo es añadidura. Cuando estás en el proceso que Cristo es formado en ti estás completo en Él, pero el sistema te quiere enseñar que estás incompleto sin algunas cosas, pero tú estás completo en Dios. Tú victoria empieza en el momento que no te arrodillas delante de la circunstancia.

Si te sientes deprimido es porque Cristo no ha llenado totalmente los vacios en tu vida; hay un vacio que Dios al crearte dejó para Él y sólo es llenado cuando Jesús se gobierna de tu vida. Gobierno absoluto es el tiempo en que Jesús se apodera de tu corazón y ese tiempo va a depender de cuanto tú le quieras entregar a Él. Tu corazón sólo debe ser lleno por Jesús; llenar ese espacio con otra cosa es un fracaso. Llenar un vacío espiritual con algo carnal te puede traer problemas, hay un lugar para cada cosa en tú corazón pero el lugar de Dios no puede ser ocupado por otra cosa que no sea la eternidad de Dios.

Apocalipsis 3: 20

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Cristo toca para entrar a tu vida y tener una relación contigo mutua. La relación con Dios consiste en una negación de amor, en una dependencia tan pura de entrega por Él que eres capaz de dejar todo por Dios. La relación con Jesús no puede ser basada en interés sino en el más puro amor, en esa interacción se genera gloria y eres transformado a su misma imagen. Renunciar a lo que amas te va doler pero en el proceso vas a ver una formación de Cristo en ti.