La esperanza del justo

El día 25 de julio la Iglesia se reunió para celebrar el servicio dominical en las instalaciones del salón principal, comenzando con una vibrante alabanza dirigida por el salmista Daniel Barrios acompañado por la agrupación musical, creando de esta forma una atmósfera de adoración en el lugar. Posterior al momento de alabanza el Pastor Javier Bertucci, en transmisión en vivo desde su residencia, compartió un poderoso mensaje que despertó la fe y la esperanza en el pueblo de Dios para poder hacer frente a cualquier circunstancia u oposición que, yendo más allá de una situación particular, redunda en una victoria que conseguirá la libertad de la nación entera.

Job 11: 18- 20

Tendrás confianza, porque hay esperanza; Mirarás alrededor, y dormirás seguro.

Te acostarás, y no habrá quien te espante; Y muchos suplicarán tu favor.

Pero los ojos de los malos se consumirán, Y no tendrán refugio; 
 Y su esperanza será dar su último suspiro.

La esperanza es común para el justo, aunque el diablo o el mundo hagan lo imposible para que esto no ocurra, tu fe persiste en alcanzarla. Es necesario que haya esperanza en tu corazón. En los próximos días en esta nación, va a prevalecer la esperanza del justo; veras cosa que ojo no vio, ni oído oyó. Lo que está por llegar es grande y poderoso, el diablo será avergonzado.

1 Corintios 13- 13

Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

El hecho de que el amor sea el mayor, no significa que no necesites de los otros tres para poder permanecer en victoria, si falla uno, no podrás tener ninguno otro.

La esperanza activa las cosas que deberás hacer, hay cosas que Dios va hacer, pero hay otras en las que tendrás que realizar un sacrificio para obtener lo que esperas.

Romanos 8:24- 25

Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?

Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.

La esperanza del justo es la seguridad de pedir al Cielo con la fe de que viene de camino. Debes permanecer en esperanza aún cuando escuches las peores noticia; mantente haciendo lo que haces por todo el tiempo necesario.

1 Tesalonicenses 4-13

Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.

La tristeza es ausencia de esperanza. Por esta razón tienes que decidir quien va a gobernar tu corazón la tristeza o la esperanza.

Efesios 2: 12

En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.

La ausencia de esperanza también se refiere a una ausencia de Dios y de fe en Él, porque esta depende de tu relación estrecha con Dios. La dignidad de un hombre o una mujer dependen de la relación con Su Dios. El avivamiento para está nación ya no es más un petición sino una realidad.

Romanos 4: 18-21

El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.

Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.

Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,

plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido;

Hay una esperanza contraria que quiere imponerse a la esperanza de Dios en tu vida, es el sentido común hacia las circunstancias de la vida. Tienes que creer que Dios va ha intervenir en cualquier circunstancias que estés viviendo. No esperes lo peor; espera lo mejor. Tu esperanza tiene que estar a la Roca Inconmovible de todos los tiempos y no a las noticia que te puedan llegar. No puedes dudar, regresa a la fe.

1 pedro 1: 3-6

Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,

para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,

que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.

En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas.

La prueba no viene para matar la fe sino en cambio para mejorarla y para hacerle saber a tu esperanza que ese es parte del proceso, Dios tiene que procesar tu carácter y hacerte entender que todo es por Su gracia.

1 pedro 1: 7

para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.

Toda esta prueba produce una fe más poderosa y viva. Lo que tu esperanza toque lo resucitará. Tú has nacido de nuevo para una esperanza viva, con la misma estructura de la resurrección de Cristo.